El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, desmintió que las protestas desatadas en diversos rincones del país fuera un estallido social, y las calificó como disturbios.
«El 11 de julio no hubo un estallido social en Cuba: hubo desorden, vandalismo, violencia», dijo el ministro cubano de Relaciones Exteriores en conferencia de prensa, en la que afirmó que tales actos responden a una operación político-comunicacional para generar inestabilidad.
El canciller añadió que esa operación es financiada desde Estados Unidos y utiliza recursos millonarios y plataformas tecnológicas para su fin.
Asimismo, acusó a Estados Unidos de estar implicado directamente y de tener grave responsabilidad en los hechos iniciados el 11 de julio en varias localidades del país, que derivaron en disturbios y dejaron la muerte de un manifestante en un choque con las autoridades de la isla.
«Acuso al Gobierno de Estados Unidos de estar implicado directamente y de tener grave responsabilidad en los incidentes que ocurrieron el 11 de julio, y será responsable de las consecuencias que se produzcan», expresó el ministro cubano.
El canciller advirtió que la «conducta irresponsable» de Estados Unidos puede traer consecuencias negativas para la región.
Asimismo, afirmó que tiene pruebas de que la mayoría de los usuarios que participaron de la campaña en las redes sociales con las etiquetas #SOSCuba e #IntervenciónHumanitariaCuba, lo hicieron desde Estados Unidos para generar caos e inestabilidad en el país.
«Tengo pruebas irrebatibles de que la mayoría de los usuarios que participaron en esta campaña se encontraban en Estados Unidos y que se utilizaron sistemas automatizados para la viralización de los contenidos, sin ser penalizados por la red social», dijo Rodríguez.
También denunció que Washington aprovechó la pandemia de COVID-19 para recrudecer «de forma oportunista las sanciones a Cuba».
En ese sentido, señaló que si el presidente estadounidense, Joe Biden, tuviera alguna preocupación sincera por el pueblo cubano podría tomar decisiones ejecutivas que flexibilizaran el bloqueo económico contra la isla.
Intervención militar de EEUU
Además, el canciller de Cuba advirtió que los llamados en redes sociales a una intervención humanitaria en la isla abrirían las puertas a una eventual intervención militar de EEUU, como ocurrió antaño en países como Granada o la extinta Yugoslavia.
«Pedir una intervención humanitaria en Cuba, es pedir una intervención militar de EEUU», opinó el ministro cubano.
El jefe de la diplomacia denunció que Cuba es víctima actualmente de una operación político-comunicacional, fiel al manual de guerra no convencional.
«Quienes piden hoy una intervención humanitaria en Cuba deben estar advertidos de que no solo violan las leyes de los países desde donde realizan esos actos, sino que violan las nuestras», advirtió Rodríguez.
Recordó que los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en 1999 sobre objetivos civiles en Belgrado fueron una intervención humanitaria sin autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.