Los nevados y páramos en Colombia están en riesgo de desaparecer: afectaciones por incendios que van a generar más gases de efecto invernadero, son las consecuencias que se acentuarán por la fuerte ola de calor que afecta a Antioquia y a Colombia, producto del fenómeno del Niño. Así lo explicó Jesús Adolfo Anaya Acevedo, profesor e investigador de la Facultad de Ingenierías de la UdeMedellín.
“Una de las consecuencias por el aumento de las temperaturas y una baja precipitación en términos generales, para Colombia, y es muy doloroso, es la pérdida de los nevados. Si quieren conocer los nevados, honestamente, vayan pronto en los próximos años porque es un proceso que está medido y los vamos a perder”, aseguró.
Los nevados y páramos en Colombia también sufren y sufrirán grandes afectaciones, por ejemplo, los seis complejos que hay en Antioquia están seriamente amenazados.
“Considero muy triste lo que está pasando con los páramos, son zonas muy susceptibles, son ecosistemas únicos que tenemos en Los Andes y hemos visto los incendios en los medios de comunicación y es una lástima lo que ha sucedido con muchos de ellos porque son una gran fuente de agua para ciudades como Medellín”, agregó el profesor.
De otro lado, los incendios van a generar más gases de efecto invernadero, según el docente, por lo que va a haber material particulado, lo que contribuirá a la mala calidad del aire, sobre todo en grandes ciudades.
“Estas partículas viajan por el aire y están en un nivel muy bajo, las podemos respirar y finalmente eso hace que las estaciones que miden la calidad del aire detecten estas partículas y finalmente empezamos a vivir esas restricciones”, agregó.
Ya pasó lo peor para los nevados y páramos en Colombia
De acuerdo con Anaya Acevedo, el calor intenso que sienten los colombianos y los antioqueños se debe a que se sumaron la época seca (que es por lo general en estos primeros meses del año) con el fenómeno del Niño y el cambio climático. Aunque, según dijo, espera que vaya mejorando la situación.
“Espero que la peor parte ya haya pasado ahora en enero, tuvimos unas primeras lluvias y esperamos otras lluvias a principios de febrero y ya en abril, como dice el refrán, lluvias mil”, dijo.
¿Qué hacer frente a la ola de calor y el cambio climático?
La respuesta frente a esa pregunta se resume en mitigación de la deforestación y en la adaptación, como lo explicó el docente de la Universidad de Medellín, sin embargo, bajo su visión, Colombia no lo hace muy bien.
“Infortunadamente en Colombia deforestamos 250 mil hectáreas al año y eso es casi dos veces el área metropolitana del Valle de Aburrá, hay pérdida de bosques naturales, por lo que el carbono de los bosques se convierte en dióxido de carbono en la atmósfera, que es un gas de efecto invernadero. Yo diría que en el ámbito nacional podríamos pensar en eso, cómo reforzar la disminución de la deforestación, pero pensando en la mitigación”, explicó.
El otro asunto es que la sociedad científica, los gobiernos y la comunidad se tiene que adaptar a escenarios complejos con respecto al clima.