La cartera crediticia en Colombia experimentó una disminución anual real del 6,8% en 2023, según un reporte que dio a conocer la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria). Esta caída, la más profunda desde junio de 2000, refleja un panorama desafiante. El gremio bancario resalta que la cartera de consumo habría retrocedido un 10,7%, la comercial una caída del 6,4% y la de vivienda un 1,1%. En contraste, desde la asociación se proyecta que la cartera de microcrédito habría registrado un crecimiento del 1,9% el año pasado.
Asobancaria prevé que el 2024 marcará el inicio de la recuperación económica en Colombia, con un leve repunte del crecimiento económico (1,2%), menor inflación (5,2%), y una reducción esperada en la Tasa de Política Monetaria (8,25%). Anticipa un retorno a terreno positivo para la cartera de crédito hacia finales de 2024, subraya que la recuperación será lenta, estimando un crecimiento del 1% real en el año.
“Este comportamiento estaría explicado mayormente por la cartera destinada a hogares. En detalle, para la cartera de consumo, los débiles resultados en 2023 suponen que hacia 2024 la corrección será gradual, en línea con el mayor crecimiento esperado del consumo de los hogares para este año, así como con la menor inflación y las menores tasas de interés, lo que mejorará el poder adquisitivo. Asobancaria estima que esta será la modalidad de mejor desempeño, con un crecimiento de 3,2%, aunque deberá seguirse el comportamiento del mercado laboral, pues se estima que la tasa de desempleo registre un ligero aumento este año (10,4% vs. 10,1% en 2023)”, resaltó.
En contraste, se espera que la cartera comercial continúe presentando resultados negativos en 2024, debido a la limitada mejora en la actividad productiva del país. Sectores como la construcción, manufacturas y comercio podrían experimentar retrocesos, influyendo en una caída proyectada del 0,8% en la cartera comercial para el cierre del año.
Asobancaria añade que la cartera de microcrédito podría experimentar un crecimiento del 2,3%, mientras que la de vivienda podría aumentar un 2,2%. En el caso del crecimiento en la de vivienda, estaría soportado en aumentos del 20% en las entregas (dadas las ventas excepcionales de 2021 y 2022), de acuerdo con las estimaciones de La Galería Inmobiliaria, lo que requerirá mayores cierres financieros y, por lo tanto, mayores desembolsos de crédito de vivienda. Otro factor positivo se encuentra en los subsidios: mientras el año pasado se presentó incertidumbre relacionada con la disponibilidad de subsidios VIS, este año ya se garantizaron 50.000 cupos por cerca de $2,7 billones de pesos para el programa de Mi Casa Ya, los cuales cubren buena parte de la demanda esperada.