El lunes la Gobernación de Antioquia develó el monumento «Justicia Arrasada, Holocausto Nunca Más» en honor a las 101 víctimas de la toma del Palacio de Justicia, ocurrida hace 38 años. La escultura, de casi 5 toneladas, es obra del destacado maestro antioqueño Pedro Pablo Murillo y será instalada temporalmente en la plazoleta central de la Gobernación, para luego reposar en la entrada del futuro edificio de los Tribunales de Medellín y Antioquia, en el sector de La Alpujarra.
La Toma del Palacio de Justicia, hace 38 años, fue un hecho que dejó una huella imborrable y dolorosa en la historia de nuestro país.
Hoy, como reconocimiento a las víctimas de este triste suceso, develamos el monumento “Justicia Arrasada, Holocausto Nunca Más”.
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— Gobernación de Antioquia (@GobAntioquia) November 27, 2023
El evento contó con la presencia del gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, quien hizo un llamado a que en Bogotá y otros departamentos se realicen homenajes similares en memoria de las víctimas de este trágico suceso repudiado a nivel mundial. Aníbal Gaviria señaló la importancia de este acto como un mensaje de respeto por la democracia, reconciliación y unidad.
Un llamado a la reconstrucción y a la paz
Por otro lado, el presidente del Tribunal Superior del Departamento Judicial de Medellín, Magistrado Víctor Hugo Orjuela Guerrero, resaltó que la escultura representa un homenaje necesario a la justicia y a las víctimas, en concordancia con los principios de verdad, justicia, memoria histórica y no repetición promovidos por los sistemas interamericanos de derechos humanos y europeo.
Otro aspecto resaltado por el gobernador fue la elección reciente del presidente Gustavo Petro, miembro del M-19, la agrupación subversiva responsable del ataque al Palacio de Justicia. Aníbal Gaviria subrayó la generosidad y el mensaje histórico de reconciliación expresado por el pueblo colombiano a través del voto.
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Esta escultura simboliza la tragedia sufrida por las víctimas de la toma del Palacio de Justicia, siendo a su vez un recordatorio tangible de la importancia de la justicia restaurativa y la reconciliación en la construcción de un país más fuerte y unido. Pero, sobre todo, constituye un llamado para que la población en general no olvide los eventos más difíciles que ha atravesado el país en relación al conflicto armado.