325 emprendedores han recibido acompañamiento en la actual administración para fortalecer sus ideas de negocio por medio de estrategias de formación y capacitación en habilidades básicas, ciudadanas y laborales, a través de la Escuela para la Inclusión de la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos.
Entre las acciones desarrolladas está la certificación en un curso de emprendimiento con el Sena, la caracterización y la sensibilización sobre la ruta de atención y el ecosistema emprendedor, en articulación con Cedezo. Los emprendimientos son principalmente de los sectores de cultura, gastronomía y servicios.
Los beneficiarios son ciudadanos en contexto de vulnerabilidad, que han tenido mayores obstáculos para acceder a oportunidades: personas con discapacidad, mayores, exhabitantes de calle, migrantes, población LGBTIQ+, víctimas del conflicto armado y familias en alta condición de pobreza.
“Nuestra apuesta por la Escuela para la Inclusión es imparable porque estamos convencidos de que las oportunidades son fundamentales para que la población más vulnerable tenga nuevos horizontes en el ámbito laboral, pueda cumplir sus sueños y adquirir la autonomía económica que le permita mejorar la calidad de vida”, manifestó el subsecretario de Grupos Poblacionales, Juan Daniel Pulgarín.
Quienes tienen una iniciativa de negocio son incluidos en un proceso de diagnóstico y caracterización para brindarles un acompañamiento personalizado, acorde con sus necesidades. La ruta de atención contempla formación básica para adquirir los conocimientos necesarios y acceder a herramientas fundamentales en tiempos de hiperconectividad. Luego de que los emprendimientos son fortalecidos pueden ser remitidos a otras unidades de trabajo de la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, para que sigan mejorando sus competencias.
“Mi emprendimiento es de gastronomía, tengo variedades de producto y llevo seis meses en el mercado. Agradezco a la Escuela para la Inclusión y a la Alcaldía de Medellín por el acompañamiento que me han brindado, la asesoría y los cursos que me han ofrecido para poderme capacitar mejor y tener más visibilidad”, expresó María Martina Mosquera, una de las beneficiarias.
Asimismo, se posibilitan espacios físicos y virtuales en los que se dan recomendaciones y se visibilizan los productos y servicios de los participantes. Entre las últimas acciones de este tipo están el encuentro virtual Familias, emprendimiento y pandemia, y la Feria de Emprendimiento para la Inclusión Uniendo Fronteras, que se desarrollaron en mayo, en el marco del Mes de la Familia. Ambos eventos llegaron a unas 3.000 personas.
Otras estrategias son la Tienda para la Inclusión, que comienza a operar a finales de junio de 2021 como una vitrina virtual donde los emprendedores pueden vender productos y ofrecer servicios, y el Directorio para la Inclusión, que muestra a la ciudadanía y entidades aliadas los contactos de los emprendedores para que más personas apoyen sus ideas.
El fortalecimiento se da por medio de alianzas estratégicas con otras dependencias de la Alcaldía de Medellín, como la Secretaría de Desarrollo Económico, y con empresas públicas y privadas que se suman con oportunidades de incorporarse a sus cadenas de valor. Algunas de estas son el Sena, Cedezo, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), Microempresas de Colombia, Presencia Colombo Suiza, Cuso Internacional Canadá y la Corporación Minuto de Dios, entre otras.
La Escuela para la Inclusión proyecta fortalecer la ruta de atención para más de 40 emprendimientos con estrategias de visibilización y cursos complementarios en comunicación no verbal, fotografía y redes sociales, con el fin de seguir apostando a las oportunidades para transformar vidas.