En Colombia, de acuerdo con un informe que publicó recientemente la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), el déficit habitacional afecta a aproximadamente 5,28 millones de familias.
Esta problemática refleja la precariedad de las viviendas ya sea por las deficiencias en su construcción, la insuficiencia del espacio para albergar a diversas familias o la falta de acceso a servicios básicos como acueducto y electricidad. En zonas rurales esta situación se agrava debido al crecimiento desordenado, especialmente donde las autoridades locales no han logrado desarrollar la infraestructura necesaria para garantizar la prestación de servicios públicos.
El déficit habitacional se compone de dos categorías: la cualitativa y cuantitativa. el déficit cuantitativo identifica hogares que residen en viviendas con deficiencias estructurales y de espacio, para los cuales es necesario añadir viviendas nuevas al stock total en el país de manera tal que exista una relación uno a uno entre la cantidad de viviendas adecuadas y las familias que requieren alojamiento. “Debido a esto, los programas de política pública destinados a atender este déficit son los que fomentan la construcción de nuevas unidades como Mi Casa Ya, que funciona bajo un esquema de incentivo a la demanda, o en el pasado, el Programa de Vivienda Gratuita, a través del cual se asignaba una vivienda a los hogares beneficiarios. Actualmente, el número de hogares que se encuentran en este grupo alcanzan los 1,27 millones, equivalente a un 7,3% del total nacional”, resalta el documento publicado por la Asobancaria.
De otro lado, el déficit cualitativo identifica a los hogares que residen en espacios que requieren mejoramientos o ajustes para cumplir con condiciones de habitabilidad adecuadas. En este último, según la Asociación, se puede mitigar realizando intervenciones que solventen las deficiencias de los componentes asociados. En este orden de ideas, en el 2022, 4 millones de familias se encontraban en déficit cualitativo, lo que equivale al 23,1% del total nacional de hogares.
“Un enfoque para atender esta problemática es el despliegue de programas de intervención a las viviendas para mejorar la calidad de las condiciones de habitabilidad. En Colombia, dentro de la política pública de vivienda los programas de mejoramiento no han tenido tanto protagonismo como aquellos que promueven la construcción de viviendas nuevas; no obstante, desde hace décadas, los gobiernos han realizado esfuerzos por desarrollarlos e implementarlos. Por ello, vale la pena señalarlos y analizar sus resultados”, recalca el informe que emitió el gremio de los bancos.