El día mundial por el fin del especismo, surge en medio del debate de las costumbres y empatía humana hacia el trato animal. En ese sentido, son muchas las organizaciones que alientan a replantear lo que se considera prácticas de crueldad animal y hábitos alimentarios.
De acuerdo con Maia Marazzo, Coordinadora de Políticas Alimentarias de la organización internacional de protección animal Sinergia Animal a nivel Latinoamérica, esta es una fecha relevante para reflexionar sobre el trato a los animales. En el centro de este debate esta la industria alimenticia en la que más de 73 mil millones de animales todos los años son muertos para ser consumidos como carne o como consecuencia de la producción de leche y huevos.
Los animales explotados por la industria del entretenimiento, farmacéutica, moda o alimenticia como vacas, cerdos, pollos, peces, conejos, ratas, osos, ovejas, zorros, entre tantos otros sufren por prácticas que, en animales como perros y gatos, serían consideradas crueles y escandalosas, como pasar sus vidas encerrados en espacios reducidos o mutilados. Si bien estos animales pasan por este sufrimiento en algunos contextos del mundo, no se ve tan normalizado como en otras industrias como la de la moda o la alimenticia.
Un Debate que Trasciende a los Animales y la percepción de su rol
Los vínculos profundos que forjamos con perros y gatos contrastan con la cruda realidad que enfrentan las vacas, cerdos y pollos en granjas industriales. El 26 de agosto nos desafía a enfrentar este doble estándar y a cuestionar cómo nuestros gustos y preferencias han influido en la jerarquía de quién merece respeto y quién es simplemente alimento.
“Aunque compartimos rasgos cognitivos y emocionales con diversas especies, estas diferencias a menudo se traducen en un trato desigual. Los cerdos, por ejemplo, son cognitivamente complejos y comparten muchos rasgos con los animales que consideramos inteligentes, pero en muchos casos, su destino es diferente” señala Marazzo.
Estudios sugieren que las personas tienden a empatizar más con aquellos que reflejan aspectos de su propia especie. En 2019, una investigación reveló que nuestra empatía aumenta cuando sentimos que los animales están relacionados con nosotros y comparten rasgos que consideramos «adorables». “Si bien esto es ciertamente humano, el problema surge cuando este instinto natural nos ciega ante el sufrimiento de especies “menos adorables» o “menos inteligentes”, pero igualmente capaces de sentir dolor o angustia,” afirma Marazzo.
Las aves y los peces, a menudo relegados a un segundo plano en términos de empatía, poseen habilidades sorprendentes. Los peces, por ejemplo, no solo pueden sentir dolor, sino que algunas especies también exhiben destrezas cognitivas asombrosas, como el reconocimiento de sí mismos. Sin embargo, nuestras percepciones distorsionadas han llevado a una falta de protección y consideración para estos seres.
Para 2021, el Reino Unido reconoció legalmente a todos los animales vertebrados como seres sintientes, lo que significa que tienen la capacidad de experimentar sentimientos positivos y negativos como placer, alegría, dolor y angustia. Este año, el gobierno británico añadió algunas especies de invertebrados a la lista.
Cuestionar el especismo es una de las razones por las que tantas personas están adoptando una alimentación sin productos de origen animal en los últimos años. En Latinoamérica, la ONG Internacional, Sinergia Animal con el programa Desafío 21 Días Veg fomenta y ayuda a aquellas personas que quieran adoptar, o al menos intentar, una alimentación a base de plantas, hasta el momento se ha brindado asesoramiento online a más de 93 mil personas con profesionales nutricionistas de forma gratuita.