Los participantes de la Red de Escuelas de Música de Medellín regresarán este martes 18 de mayo a los espacios del proyecto y nuevamente sonarán los instrumentos que se silenciaron desde marzo del año 2020 por la pandemia.
La red que beneficia a 5.900 niños, niñas, adolescentes y jóvenes busca, a través de la estrategia de alternancia, potenciar el disfrute y el aprendizaje de quienes hacen parte de ella, en esta primera fase de retorno paulatino a la presencialidad.
“Tendremos alternancia en 13 de las Escuelas de Música. Podrán reservar su espacio para ir a sus clases. De esta misma manera vamos a ir reactivando poco a poco todo el movimiento de la formación artística en la ciudad. Cumpliremos con los protocolos de bioseguridad y esto estará destinado a los niños y niñas que utilizan los instrumentos de cuerda. Nos sigue moviendo la cultura y la música de la ciudad”, dijo el secretario de Cultura Ciudadana, Álvaro Narváez.
Esta etapa piloto permitirá evaluar las posibilidades de reactivar, en los próximos meses, las escuelas de instrumentos de viento y percusión, junto a algunas actividades colectivas con aislamiento preventivo, de acuerdo con las condiciones epidemiológicas que esté viviendo la ciudad.
“Mi hermano y yo estamos muy felices de volver a la Escuela de Música porque en la virtualidad los profes fueron muy creativos en el momento de dar las clases virtuales, pero me gustaría volver a la escuela porque podemos interactuar más con los instrumentos”, dijo Jacobo Martínez, integrante de la red.
Para acceder a los instrumentos y a los espacios, los participantes deberán suscribir un consentimiento informado y reservar turno de ensayo comunicándose vía telefónica o por correo electrónico con el apoyo administrativo o dirección de su Escuela de Música, que se encargará de establecer una agenda que les permita a los interesados hacer parte de este piloto. Los teléfonos y correos electrónicos se pueden consultar en: https://www.redmusicamedellin.org/nosotros/escuelas-de-musica/
Los participantes seguirán los protocolos de bioseguridad que incluyen el reporte de síntomas, el uso de tapabocas, el distanciamiento físico, la desinfección de instrumentos y de enseres utilizados.