Aunque los asesinatos de los colombianos que se encuentran fuera del país, se convierten en uno de los más grandes anonimatos, están quienes en medio se lo consciente y racional buscan que los crímenes no queden impunes.
Luego de casi 30 años del asesinato de la joven Nancy Mestre, parece ser que hay un rayo de luz para la familia quienes durante muchos años han alzado la voz pidiendo el castigo para el asesino de Mestre.
Recordemos que el crimen de Nancy, la hija menor de Mestre, buscaba ser diplomática y mudarse de Colombia a EE.UU para asistir a la universidad y ser la mejor, ese era unos de sus más grandes sueños.
Uno de los recuerdos más preciados que tiene el padre y quién en broma dijo que no la dejaría: «Te quiero cerca de nosotros». Pero en realidad, admiraba la ambición de su hija y haría todo lo posible para ayudarle a lograr ese sueño
«Era una niña alegre, muy estudiosa. Siempre leía. Quería estudiar derecho internacional y diplomacia», le contó Mestre a BBC News Brasil en mayo del año 2022.
Pero como en todas las telenovelas, lo que no se esperaban era que no habría un final feliz, fue así como los sueños de la joven de tan solo 18 años se vieron interrumpidos en la madrugada del 1 de enero de 1994. Nancy, su padre, su madre y su hermano brindaron por el nuevo año en casa.
Al pasar la medianoche, Mestre se despidió de su hija, quien pidió continuar con la celebración de Año Nuevo junto a su novio, Jaime Saade.
Pero como dicen que la intuición de las madres nunca falla, en esta ocasión esa intuición la vivió el padre de Nancy, hija. «Cuídala bien», le pidió a Jaime.
Por otro lado, cuenta que, siendo las 6 am, Mestre se despertó sobresaltado. «Tan pronto como me desperté, sentí algo», dice. Fue a buscar a Nancy por la casa y encontró su habitación vacía.
Narró, que salió a la calle y se puso a buscar en discotecas para ver si la joven pareja estaba allí, pero no los encontró. La ansiedad creció y, mientras preguntaba por su hija a quien se cruzara, rezaba en silencio para que apareciera sana y salva.
Finalmente, decidió ir a la casa de los padres de Jaime, donde también vivía el joven.
Allí se encontró con su madre limpiando el piso. «Estaba oscuro y no me di cuenta en ese momento de que estaba pisando la sangre de mi propia hija. Y que la madre del asesino estaba violando la escena del crimen».
La impotencia y el dolor arroparon a Mestre al ver que a su hija le habían quitado la vida, y para completar el panorama lo que más indignó al padre fueron las palabras de la mamá del novio de su hija, «Su hija tuvo un accidente y está en la Clínica del Caribe», dijo la mujer.
Es por ello que después de dos décadas, hoy la Sala Segunda del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil este martes para aprobar la extradición a Colombia de Jaime Saade por el asesinato de la joven colombiana hace casi 30 años.
Pero cómo si igual que todos los procesos judiciales, el STF rectifica así el fallo de 2020 por el que negó la extradición del asesino convicto por considerar que el crimen había prescrito en Brasil.
Finalmente, la familia Mestre espera que la justicia se cumpla y que el cobarde asesino pueda pagar su condena y así su hija puede descansar en paz.