En su primer foro público, después de radicada la reforma a la salud, la ministra Carolina Corcho pidió abordar este debate con claridad, sin descalificaciones y sin negar los graves problemas que tiene el actual modelo.
Ayer, durante un foro académico organizado por la Universidad Nacional, la ministra de Salud y Protección Social, Carolina Corcho, destacó que la Reforma, que se encuentra hoy en trámite en el Congreso, “tiene que ver con un derecho fundamental, con el bien superior de la vida de los ciudadanos colombianos”, y con la manera en que el Estado lo garantiza y hace realidad, puesto que “el sistema de salud se volvió un instrumento de la inequidad” y esto debe resolverse.
No obstante, destacó que existe en Colombia un ambiente enrarecido para este debate público, pues muchos asuntos pueden ser confusos para la ciudadanía y por esto es necesario que se hable de la Reforma de manera integral, sin desinformaciones, basándose en la situación real del sistema de salud y en lo que hay que mejorar para cumplirles a los colombianos y colombianas. La ministra destacó que los colombianos “pagamos a las EPS, anualmente, por administrar el sistema, 6,6 billones de pesos” y que “este es un sistema que pone mucha plata en recursos públicos, con muy malos resultados en salud pública”. Según la funcionaria, es necesario mejorar un sistema que “se especializó en el cuidado de la enfermedad, no en la prevención, pero aún allí tiene problemas y barreras de acceso ampliamente reconocidas” que derivan en que los dineros no se aprovechen de forma eficiente y, además, que los pacientes sean atendidos de manera tardía cuando, en muchos casos, ya no queda nada qué hacer y los tratamientos son más costosos.
Enseguida, la jefa de la cartera añadió que “el año pasado hubo más de un millón de reclamos a la Superintendencia de Salud por inatención y que, entre estos, había 350.000 colombianos suplicaban por su vida”. Por cifras como la que se menciona, la ministra lideró la presentación de una reforma que ofreciera soluciones claras a los problemas del modelo de atención y aseguramiento reorganizando la manera en que se emplea el dinero que ya se tiene: “Hay una Colombia que no está en el siglo XXI y este sistema tenía los recursos suficientes para que esto no pasara”, indicó Carolina Corcho.
Por otra parte, los dineros representan más de un 6% del PIB de Colombia, el seguimiento a los dineros Respecto a la discusión sobre la transparencia en el manejo de los recursos, la titular de salud desmintió que fueran a pasar a manos de alcaldes y gobernadores o de la clase política regional, y recordó que durante tres décadas de administración de los mismos por particulares no han sido pocas las ocasiones en que el actual sistema permitió que los dineros de la salud terminaran en manos criminales. A su vez, lamentó que hoy no existan mecanismos de fiscalización para que la ciudadanía controle lo que pasa con esos presupuestos que pertenecen a la salud.
Por último, Corcho aseguró que “estamos proponiendo corregir un diseño institucional proclive a la corrupción” y reemplazarlo por un sistema de administración pública de los recursos concentrado en la ADRES. Dijo que este fondo debe pagar directamente a hospitales y clínicas, y tener un claro sistema de pesos y contrapesos en la toma de decisiones para evitar abusos: “Estamos proponiendo la transparencia y no la corrupción”, añadió. Durante su intervención, Corcho Mejía aclaró también las razones del Gobierno para presentar el proyecto ante el Legislativo para su trámite como ley ordinaria. Teniendo en cuenta lo anterior, aseguró que esta propuesta no busca cambiar la Constitución sino que, “en sentido estricto, es una reforma a la Ley 100, a la 1122, a la 1438, que son leyes ordinarias, con la cual se desarrolla los contenidos de la ley estatutaria [1751 de 2015]”, que consagra el derecho a la salud como un derecho fundamental.