El caso se dio a conocer por los mismos reclusos, quienes, a través de un comunicado enviado a la opinión pública, manifestaron la situación y su preocupación, al no haber tratamiento sobre los casos ya detectados, reconociendo falta de voluntad y omisión y atentado contra derechos fundamentales como la salud y la vida.
De esta manera, los hombres que se encuentran en la cárcel de Apartadó, en el Urabá antioqueño, advirtieron que si no los escuchan tendrán que tomar medidas de hecho para que los atiendan, por lo que mantiene una protesta dentro del recluso, en donde las directivas no se han pronunciado al respecto y continúan los casos, sin que haya la asistencia médica oportuna.
Según se da a conocer en el comunicado, al interior del centro penitenciario Villa Inés hay tres reclusos con varicela.
“En estos momentos tenemos tres internos con varicela, no es justo que nos suspendan las visitas nuevamente después de que venimos de una pandemia de dos años y ahora seguimos con una pandemia para nosotros, además esa gente solo está aislada y no tienen el tratamiento pertinente, sabemos que aún están mal alimentados y son tratados con asco, según hemos podido establecer”, explicaron en un audio enviado a la opinión pública y diferentes medios de comunicación.
La denuncia busca que los derechos de los enfermos como de los que se encuentran sanos sean protegidos, y que se atienda a los reclusos con las medidas necesarias, con humanidad. Por esa razón, piden que la Secretaría de Salud del municipio que reconsidere la medida extrema de impedir las visitas a todos los reclusos en lugar de solo aislar a los contagiados, como se ha hecho antes.
Por último, han advertido que, si su petición es nuevamente rechazada, se verán «obligados a una huelga de hambre total» hasta que sean escuchados, pues aseguran este sería «el único mecanismo para poder hacer valer» sus derechos.