La positiva experiencia del Guinness World Records
“La experiencia fue muy linda. En un futuro decir: ¡Wao! Participé en un Guinness World Records. Todo estuvo genial. Los profes explicaron súper bien, todo lo entendí y me pareció chévere”. Es uno de los múltiples ecos de los estudiantes que se escucharon en el Pabellón Verde de Plaza Mayor una vez finalizada la clase de software presencial más grande del mundo.
Se cumplió un reto que sin dudas constituye un hito importante en la transformación educativa de Medellín y que se obtuvo gracias al compromiso y habilidades de alumnos como Juan José García Restrepo, estudiante de grado 11 de la Institución Educativa Barrio Santa Margarita quien proyecta su futuro profesional como diseñador gráfico y quien describe así su experiencia en la clase: “estuvo muy chévere, aprendí un poco más de programación y por eso cumplió mis expectativas”.
Los docentes, protagonistas silenciosos de ese ambicioso reto que convocó a estudiantes de ocho programas de media técnica de Tecnologías de la Información y la Comunicación -TIC- de instituciones educativas oficiales, tuvieron una mirada más profunda del mismo.
“Muy interesante, muy retador porque tener la atención de tantos estudiantes es difícil y la parte logística con tantos alumnos también. Sin embargo, fue una buena organización. La clase fue muy fluida, no hubo mayores inconvenientes. Los estudiantes estuvieron muy atentos, pendientes, muy abiertos y dispuestos a llevar la clase a cabo”, contó Diego Iván Cruz Ordíeres, docente de tecnología e informática, Proyectos de Investigación y en media técnica en Desarrollo de Software y Programación de Software en grado 11 de la Institución Educativa José Félix de Restrepo.
Este nariñense, radicado desde hace 12 años en Medellín, quien además participó en el XXIII Encuentro Internacional Virtual Educa -el evento más importante de Educación en Iberoamérica- espera que con el Festival Medellín Valle del Software – MVS “haya crecimiento para los estudiantes, que se llenen de esa semilla de la programación y que miren la importancia de seguir creciendo en ese sentido”.
El evento
Virtual Educa -uno de los eventos enfocados a la educación- contó con 212 ponentes de más de 20 países, quienes hablaron sobre la Cuarta Revolución Industrial y los retos del siglo XXI para la educación, acorde con la consolidación del Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación. Uno de esos ponentes de esta cumbre fue Pablo Andrés Carmona Botero, docente del grado tercero en la Institución Educativa José Eusebio Caro del barrio Aranjuez, quien presentó una experiencia significativa llamada: “De mis manos aprendo poliorigami”.
“Participé como ponente gracias a las convocatorias que se realizaron a través de las redes sociales de la Secretaría de Educación y la Alcaldía de Medellín; envíe mi ponencia y fue aceptada por la organización. Esta ponencia es una experiencia significativa que desarrollo en la institución desde hace más de cinco años. Tiene como objetivo la construcción de conocimiento matemático a través de la implementación del origami modular y las aplicaciones móviles. Dentro de esta, dimos a conocer una aplicación móvil que diseñé. Se desarrolla y se aplica en el grado tercero de básica primaria. Su principal funcionalidad es la resignificación de los conceptos geométricos relacionados con los poliedros platónicos”.
¿Qué sintieron los participantes de Virtual Educa?
Pablo Andrés nos contó que estas convocatorias y eventos de ciudad son de vital importancia para la comunidad educativa en general y principalmente para los docentes. “Es una forma de actualizar nuestros conocimientos pedagógicos y metodológicos, de conocer las nuevas tendencias y tecnologías principalmente que se están creando y desarrollando para la nueva transformación educativa que se está implementando y es una forma de dar a conocer, de practicar y desarrollar la ciencia, la tecnología, la innovación y la creatividad que se desarrolla en nuestra ciudad en favor de la educación”, concluye.
Diana Marcela Parra Urrea, docente de la Institución Educativa San José Obrero indicó que: “la participación en Virtual Educa fue una experiencia maravillosa. Poder presenciar todos los adelantos tecnológicos y todo lo que hace parte de la transformación educativa de Medellín es una experiencia mítica. La clase de programación más grande del mundo fue muy conmovedora. Para mí fue un hecho sin precedentes a nivel ciudad. Es el resultado de un trabajo que llevamos haciendo desde hace mucho tiempo y que se ha consolidado durante esta Administración; entonces creo que es recoger unos frutos de esa semilla que se ha germinado en el Valle del Software”.
Educación y formación, innovación, creatividad, big data, blockchain, robótica, videojuegos, ciudad inteligente, metaverso, e-commerce, inteligencia artificial, internet de las cosas, entre otras, son algunas de las temáticas abordadas en este festival y de la que hizo parte activa María Fernanda Urán Quintero, estudiante de sexto semestre de Tecnología en Sistemas Mecánicos de la Institución Universitaria Pascual Bravo.
“Una impresora de 3D, imprime en tres direcciones que son X, Y y Z que es alto, ancho y largo. Uno de los mayores enemigos de la impresión en 3D es el uso del plástico. Sin embargo, tiene muchos beneficios porque es muy precisa y además se puede imprimir en diferentes materiales. Desde uno, que es a base de fécula de maíz -que es biodegradable y amigable con el medio ambiente-, hasta otro con polietileno de alta densidad PET, que es el material de las botellas de plástico. Se pueden imprimir desde muñecos, que son figuras más estéticas, hasta prototipos funcionales (piezas mecánicas)”, explicaba María Fernanda con propiedad a los visitantes en uno de los stands ubicados en el Pabellón Azul de Plaza Mayor.
Este espacio ratificó a Medellín como ciudad de grandes eventos, pero sobre todo, como el epicentro de una verdadera transformación educativa que impacta no solo al sector educativo, sino también, al sector empresarial, social, económico y cultural.